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Amada Mía
divannimolotov
Me robaré esa lágrima que ahora lloras
La llenaré de mimos o de sueños
Pondré perfumadas flores
y néctares por tu sonrisa.
Aumentaré un mar de letras
allá por el penúltimo planeta
con esa otra lágrima que te falta llorar
Hurtaré cada risa, intimidad y prisa.
Cleptómano celoso siento ser yo
¿O me equívoco?
Conservaré tu cabello, tu mirada
y tu recelo.
Cristalizaré un poco más tu diamante,
tu diadema y tu dragón
pero no así tu corazón
pues aún me debe sus latidos.
Disminuiré a hurtadillas cada gota de brisa
que se posa en tu piel, bebiéndote
Me expropiaré el péndulo que envejece
en la tarde que se me va.
Amada Mía, se entorpece mi vida si no robo
ese beso y tu voz.
Desgarraré rompiendo papel, tinta y tiempo
Pero jamás esa dulzura tuya
al paso de la arena del reloj
Me arrojaré a tu cuerpo desnudo,
bailando baladas inaudibles desconocidas.
Me llevaré en un instante punzante
la sensación de esa insinuación.
Escogeré entre lo robado luces tenues
desde el brillo de tus ojos
para dibujarte el vasto océano suroccidental
que nos compromete.
Amada Mía, ese sugestivo vaivén
será el canvas alotrópico de mi occipital
Amada Mía…
Si los Dioses antiguos vivieran y me vieran
me envidiarían, lo sé. Hoy a nadie culpo.
Amada Mía, continuaré robando tu paladar,
el roce y el satín de la noche
Seguiré hurtando lo intangible,
la penumbra de tus parpados y tu luz también.
Tomaré tus mil paraísos, perfumes
y ese sueño gitano que siempre queda en ti.
Robaré de forma inconvencional,
sin razonamientos; es decir amando...
Amada Mía, de mi otra soledad
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